Respirar consciente: inhala despacio, retén el aire dentro contando 3 y exhala despacio.
Al despertar cada mañana dirige tu atención, antes de levantarte, a tu respiración. Realiza plenamente consciente cinco respiraciones profundas.
Dedica, a lo largo del día, varios momentos para realizar nuevamente cinco respiraciones conscientes. Solo observa como te sientes.
Siente tu cuerpo mientras caminas o estás de pie. Dedica unos instantes para prestar atención al contacto de tus pies en contacto con el suelo, y mientras camina al aire que acaricia tu rostro.
Escucha y habla conscientemente. Solo escucha no juzgues, contesta con calma, expón lo que necesitas comunicar y espera tu turno no interrumpas.
Se consciente, a lo largo del día, de las zonas de tensión en tu cuerpo. Realiza estiramientos suaves mientras respiras lentamente.
Dedica unos minutos, cuando llegue el momento de dormir, a presta atención a la respiración y realiza plenamente consciente cinco respiraciones.
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